A la noche de ayer, le faltó el típico broche de oro que hizo que hoy me deje con ganas de mas, pero me voy a tener que conformar con un par de películas y un té con miel y limón (no doy más del dolor de garganta). Puedo afirmar que nunca me voy a cansar de salir a bailar, no hay descanso sin boliche ni finde sin fiesta.
Una de las razones por la cual más quería si o si salir fueron esos dos sms (N/L) que me tentaron mal, es una historia que se complica cada vez más, es una bomba a la cual su cuenta regresiva esta llegando a cero.
Pero el encanto de lo prohibido se hace desear y mucho.
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